Lo mejor de haber visto este corto, es haber sabido de la historia del cuento de barba azul, un cuento que fue desapareciendo, porque comparado con el resto de los cuentos de la infancia era demasiado crudo, y por mucho que se rebajase la crueldad de la historia, no era apta para los niños. Y al igual que con los niños, Méliès rebajo su crudeza en su versión. Pero más impresionante aun es la historia en la que se basa el cuento, ya que la historia de Gilles de Rais es probablemente una de las historias más sádicas y crudas que he leído, la realidad siempre supera a la ficción.
Lo peor de este corto es que dura mucho, y se hace un poco largo y pesado al no tener subtítulos.