La acción transcurre en la alegre y despreocupada Viena de 1923. Dos matrimonios, el formado por el profesor Josef Stock y su mujer, Mizzi, y el compuesto por el doctor Franz Braun y su esposa Charlotte, serán el centro de la acción, así como el doctor Gustav Mueller, soltero, compañero de Braun. Mientras los Stock ven fracasar su matrimonio, ambos no se aguantan ya, los Braun son una pareja feliz y enamorada. Por su parte, el doctor Mueller, se halla enamorado de Charlotte Braun. A partir de ahí las confusiones dentro de ese círculo están servidas.

Ernst Lubitsch dirige su segunda película en EEUU, con guion de Paul Bern, basado en la obra 'Solo un sueño', de Lothar Schmidt.

El director alemán hace gala en este trabajo de lo que mejor le definiría como cineasta, la elegancia y el dominio de la denominada 'alta comedia', de la que, sin duda, fue su mejor representante. Con una magnífica ambientación, con gran lujo de decorados y vestuario, desarrolla una fina trama (con mayor profundidad de lo que a primera vista parece, pues en realidad lo que se reivindica es la necesidad de ser querido), con un buen punto de ironía, de enredo, y siempre perfectamente ensamblada y desarrollada en su guion.

Las interpretaciones de todo el elenco están a la altura de la buena calidad del producto.

Maravillosa época de Hollywood donde la producción cinematográfica era enorme. Como simple ejemplo: Adolphe Menjou (Josef Stock) estrenó ese año, 1924, 10 películas; Monte Blue (Franz Braun) apareció en otras 10; Marie Prevost (Mizzi) en 9; Creighton Hale (Gustav Mueller) en 7; y Florence Vidor (Charlotte), estrenó 6.