No iba a hacer crítica pero me han picado los dedos al ver tanto elogio sobre esta película. De hecho creía que la iban a poner a caer de un burro.

No es una comedia porque no hace reír. De hecho, si hay algún tipo de humor pretendido, este se forma con un engranaje tan robusto y oxidado que cuesta hacerlo girar. Quiero decir que no veo ningún tipo de naturalidad y que toda la historia parece forzada. Los personajes y las situaciones son tan redirigidas que siento que la palabra que me viene a la boca para describirla es: Absurda alias Payasada.

Nuestro querido amigo pesimista, tan gruñón, excéntrico y tocapelotas (pero eso sí un “Genio” – sí, sí, genial por la punta de atrás) es inevitable compararlo con otros como Melvin (Jack Nicholson) de “Mejor Imposible”. Pero, mientras éste último nos llega a resultar “simpático” y empatizamos con él, no ocurre lo mismo con Boris. Tampoco quiero llevarlo al extremo. Sí que hay momentos en los que la trama se me hace amena y sus personajes deambulan por la pantalla con cierta espontaneidad, pero no es la tónica dominante.

En general me parece acartonada, falsa y un autorretrato como una catedral donde Woody no se puede pintar más bonito: es un genio, es divertido, está lisiado pero resulta atractivo a las niñas… Vamos, que le pica el rabo. Es la crisis del ser maduro en la que para reafirmarse necesita ir con una jovencita. ¡Ah! Muy gracioso también que los personajes masculinos son inteligentes y los femeninos son deficientes. Sí, sí, no nos equivoquemos, que la chica es encantadora, no cabe duda, pero todos sus valores se basan en características afectivas y de cariño. Es normal, ya que las cosas del cerebro son de hombres. De hecho, por el final hay un comentario hacia ella en plan: “Sí, hala, hala, bonita…”

Pero ella, Melody St. Ann Celestine, es lo más decente de la película. Es encantadora. La ponen de tontita pero es más lista que el genio, personaje bien trazado, por lo menos es fiel a su esencia durante toda la película y qué coño, que la chica te tiene que caer bien por pelotas. Además, mola su nombre y cómo se presenta.

Por otra parte, la filosofía de "Si la cosa funciona..." me parece bien. Sería algo así como una buena idea mal aprovechada o, en su defecto, muy bonito el contenido sobre un contenedor muy feo. Además, a Don Woody Allen no le está permitido hacer a estas alturas de la vida una película de tan bajo nivel. ¿No es un genio? Pues demuéstralo, hermoso.

Y ya me voy para el spolier que quiero mencionar unos detallitos…