Vamos, que los dos hermanos mayores estan muertos, que el niño pequeño en realidad es el hijo de la hermana y que también está muerto. Que el protagonista (el hermano mayor) está muy tronado, no acepta que sus hermanos han muerto y que todo lo que pasa es fruto de su fantasía. Que no hay fantasmas, que tabicaron el trastero con el padre muerto que se ha alimentado de ratas, palomas, mapaches y agua de lluvia recogida en un cubo. Y que tapa todos los espejos porque él es feliz en su mundo de fantasía y no quiere ver la realidad. La novia sabe que el novio está loco pero se la bufa, no lo está medicando porque quiere que siga con la fantasía de creer que los hermanos siguen vivos y acumula los botes de pastillas en el mueble del espejo del baño. Lo ideal por si un día a él le da el brote y ella decide pegarse una sobre dosis para quitarse del medio.