La muerte tenía un precio y su estructura de cazarrecompensas veterano y joven aprendiz. Bueno, pues eso mismo es la película. Lo interesante de los spaghetti es la deformidad cultural: todo lo que en el país de origen es conflicto social y construcción cultural de gradación importante, aquí es mayor tiroteo, más bandidos, pero menos cosas en juego en lo simbólico, dramático y real.

Por eso mismo, De hombre a hombre, un rebís de la película de Leone, se ve co ntanto agrado: la imitación es tan buena - repite Ennio Morricone con una banda sonora memorable - que las variaciones de Petroni en su estilo son gloriosas. El momento Notturno de Chitarra, una coreografía antes de una explosión de violencia, tiene la hermosura que algunas veces conquistaban sin mucho esfuerzo las películas de segunda con gloria y ecos del barrio.

Vista sin nostalgias, es entretenida y con sus giros finales. No esperéis, eso sí, mayor ethos o razón dramática que la venganza hasta el final, mejor que los habituales.