La hermana Consolación (Flores) es la alegría del reformatorio femenino, y eso a pesar de la seriedad de la Madre superiora y de sus normas, aunque cuenta con el apoyo del capellán D. Sebastián (Luna).
Tal vez sus métodos no resulten del todo ortodoxos para la rigidez del centro, pero con su buen humor y sus canciones, también con su mano izquierda, contagia a las internas que han llegado allí, casi todas después de sufrir algún desliz en su vida sentimental, y les hace más llevadero el encierro.
Comedia musical a mayor lucimiento de Lola con algunos detalles cómicos y también dramáticos, siempre dentro de un contexto religioso. En fin, un poco de todo.
Como comedia hay que reconocer que es bastante simplona, como drama algo infantil y ñoño. Pero la cinta se salva por la buena actuación de Lola y, sobre todo, por la interpretación que hace de "La Zarzamora" y la preciosa nana "Que se duerme el lucero de la mañana". Ambas bien integradas en el contexto de la trama.
Desde el punto de vista sociológico la obra señala el estigma que sufrían estas jóvenes de conducta "ligera" para la estricta moral de la época, a menudo señaladas, "¡Ésa ...!", por las alcahuetas.
Entre estas milita, lo mismito que en "Nobleza baturra", la mujer del boticario. Por cierto se alude también al bicarbonato, agua de Carabaña, cataplasmas para el reúma o al engaño de los tónicos de la calvicie.
Cinta pasable en general y recomendable a los seguidores de la gran Lola.