Uno de los grandes clásicos de la historia del cine. Una película construida con cariño, mucho mimo y mucho amor.
En esta película Clint Eastwood nos demuestra que con muy poco se puede crear una de las historias de amor más intensas y recordadas de la historia del cine.
Cuando la vi por primera vez no pensé que la trama sería así, me imaginé algo totalmente diferente y la verdad, me encantó equivocarme. La película no solo habla del amor, se adentra en temas tan importantes como la familia, la infidelidad, los sueños y las oportunidades que "solo pasan una vez en la vida".
Maravillosas las actuaciones de los dos protagonistas con una química y un encanto natural que consigue que te metas de lleno en la historia. Ríes con ellos y sufres con ellos.
Es una película llena de sutilezas, llena de silencios, de miradas y sonrisas que hablan y llegan al corazón. Consigue que mantengas tus ojos sin pestañear pegados a la pantalla, por que perderte una simple mirada en esta película, es perderte un momento de emoción.
Simplemente una obra maestra.