Me llevé una sorpresa cuando vi que el director era español. Rodrigo Cortés y Ryan Reynolds hacen un excelente trabajo colaborando en este filme angustioso y que deja ver las limitaciones del ser humano y lo que somos capaces de hacer para sobrevivir.

Reynolds deja constancia de que puede hacer una película él solito (la verdad es que no aparece nadie más), pero en algunas partes, a pesar del interesante argumento y de toda la desesperación que nos transmite el protagonista, llega hasta a aburrir. No sé por qué, creo que es por las lágrimas, la respiración entrecortada, las partes en las que sueña y se imagina cosas y todo eso. Supongo que por eso prefiero "127 horas", que tiene un argumento más o menos parecido pero con una interpretación y un personaje con un carácter completamente distinto.

Sin embargo, el crítico final es sublime, además de devastador, doloroso y, admitámoslo, tristísimo (incluso pienso que puede llegar a inculcar el odio hacia la raza árabe, en ciertas personas de mentalidad cerrada). Notable alto.