Desde luego hay que tener ganas para gastarse 90.000 dólares es una película así, pero por suerte y para nuestro disfrute, la película es una de las más divertidas que he visto nunca. La falta de complejos y lo absurdo de las situaciones que aparecen en la película, unido a la evidente falta de medios son los pilares que han convertido a esta pelicula en un clásico de culto desde su estreno.
Fué creada para ser la peor película de la historia, pero no lo consigue, por desgracia muchas superproducciones "importantes" de hoy caen mas bajo sin proponerselo que esta noble película.

Un consejo, vedla con amigos después de haberos tomaos varias copas o algun porrito, será una experiencia inolvidable