No hace falta estereotipar a los personajes: este está loco y por tanto se comporta como Jack Nicholson en "El Resplandor". Es una cinta que juega con la sutileza, el bien y el mal no son absolutos. Y sí, indiscutiblemente, si crees ver a personas y hablas con ellas estás para ir de cabeza al psiquiatra. No hay vuelta de hoja. Te patinó la sesera.
Puede que tenga algún error de racord, casi inapreciables, y que Djimon Hounsou no ponga mucha cara de loco, pero es así, en el mundo real los locos no saben que lo son. Y sólo los tontos necesitan que el actor sobreactúe para poder distinguir al malo.

Por supuesto Djimon Hounsou, su personaje, no actúa con mucha sensatez, no aprovecha el aire, ni busca repuestos factibles, va un poco alelado, lo que puede hacer suponer que hace fallar al guión, pero señores: que estaba loco. Y hay que contextualizar a los personajes, no podemos pedir comportamientos normales en situaciones extremas, juzgándolos desde el sofá sin pararnos a pensar en cómo a nosotros mismos nos afectaría realmente estar en esas circunstancias. Hay demasiadas críticas negativas lanzadas sin pensar en esos factores por parte de personas, que si estuvieran en dichas circunstancias, actuarían probablemente más enajenados que los protagonistas.

Por lo demás volver a lamentar la falta de dinero y diseño de decorados (aunque se justifica con que las instalaciones fueron acondicionadas en un viejo silo de la guerra fría a toda prisa) .