Cuando Peter Sellers termino "A shot in the dark", no quiso saber nada más de Clouseau. Su relación con Blake Edwards además, era muy tensa. Pero la MGM no iba a dejar de hacer películas. Así que en 1968 se cogió a Bud Yorkin como director y a Alan Arkin como reemplazo de Sellers.

Seamos sinceros. Esta película no funciona. Y no es culpa de Alan Arkin, el hombre se esfuerza por hacer reír al espectador. Pero es que la sombra de Peter Sellers es muy alargada. Además el guion parece más una serie de Sketches con Alan Arkin estando por ahí. Otro aspecto negativo es la introducción animada, en la que podemos ver al Inspector de la serie de dibujos. Y es que sin la música de Henry Mancini no funciona. La música nueva no es nada memorable.

La película no termina de convencer y es demasiado plana. Además te meten tantos personajes que te cuesta situarte. Para mi, desde luego esta película queda fuera del canon. Un 3.