Un Tarantino si ideas y desnortado realiza una copia chabacana de sí mismo en una película deplorable. Atrás quedaron los tiempos gloriosos de sus tres primeras obras maestras; y el progresivo declive que comienza tras la genial 'Jackie Brown' culmina en este bodriete insufrible.

Los diálogos son aburridos y tienen un punto idiota difícilmente aguantable, algo que también se vio en anteriores entregas del director. La verborrea incontenible de los personajes resulta en muchas ocasiones hasta ridícula. Las interpretaciones son en general malas, salvándose solo la siempre efectiva Jennifer.

La buena noticia es que Tarantino, a tenor de lo visto en la más que decente 'Érase una vez...' y a falta de más pruebas que indiquen lo contrario, parece que aquí tocó fondo y, lo más importante y complicado, fue consciente de ello e intentó solucionarlo.