Película con mucho menos fondo de lo que pueda parecer. A veces parece que, por el hecho de tratarse de una película que se remonta a mucho tiempo atrás, tiene ganada una gran porción de "calidad" en su conjunto y criticarla es más una demostración de desconocimiento cinematográfico que otra cosa.

La Joven de la Perla trata una historia detrás de un cuadro que tantas veces hemos visto. Es interesante, curiosa y no se hace muy pesada, pero para nada es una inmensa película, salvando su apartado artístico con una gran ambientación y banda sonora.

El resto de componentes de la película pasan sin pena ni gloria. El guión no es gran cosa, demasiado parco en palabras y predecible en ocasiones, no consigue transmitir esa oscuridad que a veces se percibe en algunos personajes y lo único que saca a la luz son las carencias de sus personajes. Tan solo se consigue, en ocasiones, transmitir tensión.

En cuanto a las interpretaciones, bastante mal por regla general. La película podría pasar más a la historia como un desfile de ojos claros bonitos antes que por un despliegue interpretativo adecuado. Buena parte de ello lo tiene una siempre asustada y boquiabierta Scarlett Johansson, un Colin Firth desangelado e inexpresivo (hasta le prefiero de hooligan del Arsenal) y un desaprovechadísimo Cillian Murphy, al que el papel simplemente no le va ni en pintura a pesar de su largamente demostrada calidad como actor.

Película entretenida para contar lo poco que cuenta, no se hace muy tediosa pero sí se espera mucho más de ella, sin más. Probablemente ver el lienzo en un museo transmita muchas mas emociones y sensaciones que ver todo este metraje.