Sentí un fuerte contraste de sentimientos al finalizar la película. La idea, que ahora la vemos como algo bastante visto, fue pionera y, curiosamente, presentó un futuro que no dista mucho del que tenemos ahora (excepto en la base de la película, me refiero más a la tecnología que otra cosa). Una película con un objetivo claro y de mensaje profundo que ya se capta leyendo la sinópsis, pero a la hora de la verdad no acaba de aportar nada más allá de algunas imágenes prodigiosas.

Me aburrió, y el final me acabó por arruinar una película que, plenamente consciente de su importancia, a día de hoy se quedó en su mensaje. Para mí, insuficiente en lo que buscaba, y es que cuando tenía pocos años ya la había visto un par de veces y ahora confiaba en que despertara en mí algo que nunca salió a mi temprana edad. El resultado, el mismo.