Curiosa coproducción que toma las ideas de "Un hombre lobo americano en Londres" y las utiliza con cierta sabiduria sin llegar a desaprovecharlas. Anthony Waller consigue esa extrañísima mezcla entre dos extremos tan opuestos como son la comedia y el terror, siendo imposible decantarse por uno de ellos al final, aunque bien es cierto que la película se encuentra relativamente dividida entre ellos, con una primera parte más humorística y una segunda bastante mas seria, la cual tendrá más de un gag inesperado por su condición de seriedad.
Los actores son adecuados, aunque no dejan de reflejar los típicos adolescentes con hormonas revolucionadas que se ven metidos en graves problemas por sus ansias de saciedad sexual.
La cinta tiene un regusitllo a serie B, los efectos son muchas veces inadecuados pero generalmente aceptables, y la música, como no podía ser de otra forma, va desde composiciones orquestales con tintes góticos hasta punk-rock americano encasilladisimo en este género.

Adecuada por tanto, aunque no magistral, divertida y amena, sin mayores pretensiones.