Average rating
5.4
Ratings
3,818
Reviews
55
Lists
34
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
Alvaro3 rating:
5
7.4
57,108
Drama
This acclaimed film traces the relationship between a death-row inmate and the local nun to whom he turns for spiritual guidance in the days leading up to his scheduled execution. Matthew Poncelet (Sean Penn) has been convicted of the rape and murder of two young lovers and is awaiting execution. Susan Sarandon plays Sister Helen Prejean, a nun who has devoted herself to God and to helping the less fortunate. Prejean faces a moral ... [+]
Language of the review:
- es
May 30, 2012
24 of 37 users found this review helpful
Esta película me ha recordado la frase del escritor Bergamín, dada la frialdad con la que Tim Robbins aborda el asunto de la pena capital.
Decía el escritor “Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto”
Está claro que la loable intención de Robbins era denunciar la irracionalidad y crueldad de la pena capital con un enfoque objetivo y neutral. Su tesis es: demostraré que, incluso en casos extremos en que el reo sea culpable de un delito especialmente abyecto, la pena de muerte la supera en crueldad y para ello evitaré deliberadamente cualquier apelación a la emoción del espectador o cualquier elemento que delate de forma manifiesta mi posición sobre la misma
Pero el problema es que en ese bienientencionado propósito de presentar su tesis de manera objetiva, aséptica y neutral Robbins calibra mal su objetividad y se “pasa en la frenada”, llegando a ser tan celosamente “objetivo” que el resultado de lo que se denuncia no sea a los ojos de (este) espectador tan terrible como a priori se podría suponer.
En su afán de “exquisita objetividad” Robbins:
(a) presenta a un personaje especialmente deleznable y rastrero (ver spoiler*)
(b) le añade la condición de “nazi” (artificio que no tiene mayor recorrido narrativo) aditamento que si bien es un tanto forzado tiene como misión añadirle más ruindad al personaje que acaba por caer rematadamente mal. (Dejo aparte como manía estrictamente personal que a mí este actor siempre me ha desagradado bastante)
(c) Muestra en el desenlace en secuencias paralelas –para su comparación- la ejecución ilegal (presentada en un siniestro blanco y negro (ver spoiler **) y la ejecución legal (en color, de una asepsia, rapidez, e inocuidad verdaderamente notables) resultando un balance claramente favorable a la menor crueldad de la ejecución legal (***)
Al final, uno termina de ver la película pudiendo obtener conclusiones sobre la pena de muerte opuestas a las pretendidas por Robbins por su empeño en ser “objetivo” antes que “subjetivo”.
Yo pienso que en la defensa de determinadas causas hay que tomar partido“hasta mancharse”
Decía el escritor “Soy subjetivo, ya que soy sujeto. Si fuese objetivo, entonces sería un objeto”
Está claro que la loable intención de Robbins era denunciar la irracionalidad y crueldad de la pena capital con un enfoque objetivo y neutral. Su tesis es: demostraré que, incluso en casos extremos en que el reo sea culpable de un delito especialmente abyecto, la pena de muerte la supera en crueldad y para ello evitaré deliberadamente cualquier apelación a la emoción del espectador o cualquier elemento que delate de forma manifiesta mi posición sobre la misma
Pero el problema es que en ese bienientencionado propósito de presentar su tesis de manera objetiva, aséptica y neutral Robbins calibra mal su objetividad y se “pasa en la frenada”, llegando a ser tan celosamente “objetivo” que el resultado de lo que se denuncia no sea a los ojos de (este) espectador tan terrible como a priori se podría suponer.
En su afán de “exquisita objetividad” Robbins:
(a) presenta a un personaje especialmente deleznable y rastrero (ver spoiler*)
(b) le añade la condición de “nazi” (artificio que no tiene mayor recorrido narrativo) aditamento que si bien es un tanto forzado tiene como misión añadirle más ruindad al personaje que acaba por caer rematadamente mal. (Dejo aparte como manía estrictamente personal que a mí este actor siempre me ha desagradado bastante)
(c) Muestra en el desenlace en secuencias paralelas –para su comparación- la ejecución ilegal (presentada en un siniestro blanco y negro (ver spoiler **) y la ejecución legal (en color, de una asepsia, rapidez, e inocuidad verdaderamente notables) resultando un balance claramente favorable a la menor crueldad de la ejecución legal (***)
Al final, uno termina de ver la película pudiendo obtener conclusiones sobre la pena de muerte opuestas a las pretendidas por Robbins por su empeño en ser “objetivo” antes que “subjetivo”.
Yo pienso que en la defensa de determinadas causas hay que tomar partido“hasta mancharse”
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
(*) Sean Penn mantiene engañado a Surandon y al espectador prácticamente toda la película defendiendo de manera contumaz su inocencia durante gran parte de la película.
(**) Hay un detenimiento bastante minucioso del director en la crueldad y ensañamiento con el que se emplean los delincuentes en la violación de la chica y posterior asesinato de la pareja de novios.
(***) Hay un contraste entre cómo se nos anuncia la futura ejecución en boca de alguno de los personales (supuestamente un proceso doloroso trufado de espasmos y convulsiones del reo) y como se presenta posteriormente, en donde lo único que vemos es a un Sean Penn que prácticamente se queda dormido de forma inusitadamente plácida.
(**) Hay un detenimiento bastante minucioso del director en la crueldad y ensañamiento con el que se emplean los delincuentes en la violación de la chica y posterior asesinato de la pareja de novios.
(***) Hay un contraste entre cómo se nos anuncia la futura ejecución en boca de alguno de los personales (supuestamente un proceso doloroso trufado de espasmos y convulsiones del reo) y como se presenta posteriormente, en donde lo único que vemos es a un Sean Penn que prácticamente se queda dormido de forma inusitadamente plácida.