Es todo un clásico de la navidad para mí, cada año acabo viendo esta peli, que de alguna manera siempre acaba acompañándome de cara a vivir la época navideña.

Pero debo decir, que no solo la veo porque sea navideña, sino porque precisamente logra crear en mí, unas ganas importantes de que llegue la navidad.

Sinceramente, debo reconocer que la animación, sobre todo la de los propios personajes, la recordaba bastante mejor, siento que ha envejecido un poquito mal la verdad, pero por suerte, me sigue funcionando lo bien hechos que están los detalles más reales de la película, como los decorados, el propio tren, y los paisajes del polo norte, que realmente logran que te metas de lleno en la peli, porque siempre estás viviendo una constante aventura infantil por descubrir el verdadero espíritu de la navidad más allá de la simple figura de papa Noel.

Aquí entra en acción una combinación de las imágenes chulísimas con una banda sonora muy buena, que es navideña pero épica a la vez, y la verdad es que cada vez que la oigo me logra emocionar y creo que llega al corazón de nuestros recuerdos más tiernos de la navidad con nuestras familias.

Pero lo que más me gusta de POLAR EXPRESS, es que más que un viaje en tren al polo norte, es más bien un viaje intimista dentro de nosotros mismos que nos lleva a descubrir los verdaderos valores humanos más allá de la propia navidad, como lo bueno y bonito que es la amistad, también que a veces hay que tener fe e ilusión por algo, y además recurre a buscar la confianza en los demás tanto en situaciones límites como en los pequeños detalles que nos marcan en nuestro día a día.

Si bien siento que la aventura es bastante sencilla, a la vez veo que logra conectar de una manera bastante eficiente con el espectador, especialmente al final del viaje y con las conclusiones que nos da especialmente el siempre carismático Tom Hanks.

A pesar de que tiene sus fallos como la animación tan realista de los personajes, como el momento de musical que hay y además cierto momento que se estanca; me parece una peli correcta para ver en navidad con la familia y con la gente que queremos.

Hay que mantener las ganas de navidad aunque nos hagamos mayores, siempre hay una magia especial en esta época y tenemos que aprovechar para subirnos al tren e ir a nuestro particular polo norte.