“Romeos” cuenta la historia de Miri, una chica que siempre se sintió chico, y que por ello decidió cambiar de sexo y convertirse en Lukas. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, a Miri le gustan los hombres, es decir, era una chica heterosexual, y ahora es un chico homosexual.

La pregunta “¿hasta que punto están ligadas la transexualidad y la homosexualidad?” me parece un punto de partida muy interesante. Sin embargo, creo que la cinta trata el tema de manera superficial. Se supone que el mensaje de la película es que el cuerpo con el que te sientes cómodo y tu sexualidad no siempre tienen que ir de la mano, y que cuando se habla de sentimientos no sirven de nada las “etiquetas”. Pero por culpa de un guión bastante flojo, no han sabido transmitirlo.

Para empezar, había que haber profundizado mucho más en los sentimientos de Lukas y así lograr que el espectador empatizara más con él... El tema del cambio de sexo es delicado, y en el film está tocado de manera casi anecdótica en algunos momentos. Por otro lado, el personaje de Fabio (el chico del que Lukas se enamora) está totalmente desdibujado, teniendo reacciones incoherentes ante los acontecimientos que van sucediendo...

Ine (la mejor amiga de Lukas) es quizá el personaje más interesante de la historia, que en un momento dado pregunta a Lukas algo así cómo “Si eras chica y te gustaban los chicos, ¿porque estás haciendo esto? ¿Para que complicarlo todo?”.
Suena un poco brusco, pero ahí está el tema que tenía que haber sido desarrollado en “Romeos”, y que a la postre sólo queda “apuntado”. Ese es el problema, hay un montón de buenas ideas volando a lo largo del metraje que finalmente no son bien llevadas y por eso, lo que podía haber sido en un peliculón se queda sólo en un esbozo.

Le doy un 6 a pesar de sus muchas pegas, porque como he dicho, el tema me parece muy interesante, es entretenida y con todo, me ha gustado bastante la interpretación del protagonista, Rick Okon, como Lukas.