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Spain Spain · Cines Astoria Alicante
Bloomsday rating:
7
Drama. Romance In an open-air dance hall, the members of Leca's gang are relaxing with their ladies. One of them, Marie, aka "Casque d'Or" (Golden Helmet) meets Manda, a carpenter. Her man Roland belongs to the jealous kind, and Leca himself has his eye on her. A story of love, death, friendship and jealousy during the Belle Epoque.
Language of the review:
  • es
January 9, 2008
40 of 60 users found this review helpful
Dirige Jacques Becker esta 'Casque d'or' con tozudas reminiscencias del realismo poético francés aprendido, imagino, de Jean Renoir (del que fue ayudante de dirección).

Y allí que va ese carpintero a enamorarse, lógicamente, de la Signoret, haciendo caso omiso de todos los avisos que el fatalismo mecanicista y el, para entendernos, destino natural e impepinable le hace con señales luminosas durante todo el metraje.

Y es que este buen ejemplo de naturalismo poético, como no puede ser de otra manera, condena a estos personajes a no elegir, prisioneros de un final que ya deduce el avezado espectador por su condición de humildes bajofondistas (parisienses en este caso). Porque estos amantes ya pueden chillar, patalear, escupir al aire o cagarse en los muertos de su entorno social. Marcados están y marcados terminarán.

Eso sí, antes de concluir, por el camino, Becker se recrea en muchas secuencias de hermosa intensidad (el final, sí; pero también las escenas en que con miradas, primeros planos y reflejos iridiscentes en el cabello rubio de Simone Signoret nos muestra ese estado bobalicón del enamoramiento con precisión y lozanía).

En fin, que si eres carpintero, pobre y con un más que probable turbio pasado, no se te ocurra, siendo francés (la tierra de Zola y Stendhal), enamorarte de una prostituta que anda con mafiosos. Porque estás tentando a la suerte, a los hados y al determinismo en pleno.

Claro que Reggiani, viendo ese contoneo signorial de la rubia Simone, es lógico que ansíe el meneo correspondiente y reglamentario descuidando estas alertas atávicas. Porque una rubia es una rubia: "¡que me corten la cabeza si entiendo algo de lo que me dices!", diría él.

Tú sabrás.
Bloomsday
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