Aunque quisiera, no podría pedirle más a una película: gran guión, personajes sublimes y unos planos sensacionales.
Siento debilidad por Sean Penn y puede que no sea objetiva, pero creo que lo que hace grande al personaje es el actor que lo ha interpretado.

Me encantan las películas que te hacen reflexionar sobre la vida, y esta es una de ellas. Aunque el final sea cerrado, el espectador puede darle tantas lecturas como quiera, sin embargo yo me quedo con que aun hay tiempo para creer en el destino.

No se si hay alguien en este mundo al que no le haya gustado la película y si lo hay, desde luego no tiene corazón o no ama el buen cine.

P.D: Los saltos en el tiempo no hacen otra cosa que engancharte más al film.