Average rating
3.3
Ratings
37
Reviews
20
Lists
0
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
TucoBenedicto rating:
1
Language of the review:
- es
June 24, 2013
51 of 76 users found this review helpful
Posiblemente la película merezca algo más de nota, pero es necesario acribillar a este tipo de cine con la nota mínima para compensar los sobresalientes con los que algunos modernillos/as y/o niñatos/as la están puntuando.
He reconocer que la descripción inicial de la protagonista me resultó atrayente, una adolescente rarita, una especie de Amelie gótica y atormentada amante de los pequeños detalles, sean imágenes o sonidos. La escena con el ruido del huevo y el dibujo del jarrón hasta me gustan. Pero después de un poco todo resulta empalagoso, rebuscado y falso: las imágenes, los sonidos, la mansión victoriana, los diálogos “ingeniosos”, los encuentros “fortuitos”; el piano, el vino y el francés como inevitables aderezos de un snobismo tan típico y tópico como la “singularidad” de los personajes y sus relaciones.
Todo eso resultaría ya por sí insufrible, pero además se ve aderezado con una serie de ridículas escenas de instituto yanqui más propias de Scary Movie 5 que de una película pretendidamente sórdida.
De cualquier forma no hay nada por lo que sorprenderse, la película es un mero entretenimiento “erudito” para adolescentes, principalmente féminas, que se consideren especiales e incomprendidas (alrededor del 99% según las últimas estadísticas) o para pajilleros gafapastas que aún no hayan superado esa etapa.
Considerando como he dicho que la película no es más que una versión petulante y aburrida de Scary Movie, soy consciente de que no tiene sentido hacer mención a los numerosos y aberrantes fallos del guión, pero como hay algún crítico que ha iniciado la veda me voy a permitir comentar un par de cosas:
He reconocer que la descripción inicial de la protagonista me resultó atrayente, una adolescente rarita, una especie de Amelie gótica y atormentada amante de los pequeños detalles, sean imágenes o sonidos. La escena con el ruido del huevo y el dibujo del jarrón hasta me gustan. Pero después de un poco todo resulta empalagoso, rebuscado y falso: las imágenes, los sonidos, la mansión victoriana, los diálogos “ingeniosos”, los encuentros “fortuitos”; el piano, el vino y el francés como inevitables aderezos de un snobismo tan típico y tópico como la “singularidad” de los personajes y sus relaciones.
Todo eso resultaría ya por sí insufrible, pero además se ve aderezado con una serie de ridículas escenas de instituto yanqui más propias de Scary Movie 5 que de una película pretendidamente sórdida.
De cualquier forma no hay nada por lo que sorprenderse, la película es un mero entretenimiento “erudito” para adolescentes, principalmente féminas, que se consideren especiales e incomprendidas (alrededor del 99% según las últimas estadísticas) o para pajilleros gafapastas que aún no hayan superado esa etapa.
Considerando como he dicho que la película no es más que una versión petulante y aburrida de Scary Movie, soy consciente de que no tiene sentido hacer mención a los numerosos y aberrantes fallos del guión, pero como hay algún crítico que ha iniciado la veda me voy a permitir comentar un par de cosas:
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Quizás soy yo, pero un frigorífico en una cocina es un electrodoméstico muy práctico, incluso en una casa donde nadie cocina y las cocineras trabajan una vez al mes. Un arcón refrigerador en un sótano tétrico e interminable con deficiente iluminación es poco práctico. La familia parece que puede permitirse una nevera del Media Markt.
Información importante para el Ministerio de Infraestructuras: un niño estadounidense con una pala de juguete es capaz de cavar en menos de una hora un hoyo donde enterrar a todo el orfeón donostiarra. A ese ritmo el mismo niño hubiese acabado el tunel de la M30 en apenas una semana.
Información importante para el Ministerio de Infraestructuras: un niño estadounidense con una pala de juguete es capaz de cavar en menos de una hora un hoyo donde enterrar a todo el orfeón donostiarra. A ese ritmo el mismo niño hubiese acabado el tunel de la M30 en apenas una semana.