Pese a que efectivamente esta peli es considerada como una de las que cimentaron la base del género slasher para que este empezase a tener forma no consigue destacar en demasiados aspectos. Sé muy bien que está cinta funciona como una de terror clásico, y eso hay que reconocerlo. Que la imagen que veamos sea aquello que ve el asesino en algunos tramos es realmente perturbador. La ambientación está muy bien conseguida. Los asesinatos son originales teniendo en cuenta el año en el que se realizó este metraje. El miedo es efectivo por el constante desconocimiento que el público tiene acerca del atacante, el cual es muy misterioso a cada momento. Los personajes sin ser geniales son soportables. Las víctimas del villano demuestran en sus caras la emoción del pánico que sienten antes de ser asesinados. El guion es interesante, pero tiene ciertos agujeros que aunque son fáciles de apreciar ( al menos por mí) se pueden pasar por alto. Lo que causa que el film no sea efectivo como slasher es que nunca vemos el rostro del culpable ni siquiera oculto tras una máscara. Tampoco se profundiza sobre el motivo por el cual el enigmático psicópata hace sus fechorías. Dichos defectos le restan interés al personaje que se supone que es el más importante. En mi opinión Navidades negras es mejor que la primera parte de Viernes 13, pero peor que la primera y segunda de La noche de Halloween, segunda y tercera de Viernes 13 y la primera de Pesadilla en Elm Street. La cinta se ve huérfana de un mito como lo son Jason, Freddy o Michael, iconos que todos conocen. El de esta producción tiene la misma costumbre de Ghostface cuando llama para asustar a sus futuras víctimas. No es tan aterrador ya que no cuenta con ningún disfraz ni nada por el estilo, pero hay un parecido entre ambos que no se puede negar.