A los 90 minutos, como he leído en otras críticas, es una gran obra. A los 150 es una buena película. Yo, contrariamente a otros, no creo que la trama de la última hora sobre o este mal hecha, pero si que creo que el ritmo de la película hace que pierda toda la emoción. El chico debe tener en el contrato que cobra por cada vez que dice " Yo cantare para que tu vengas", con lo cual oímos ese estribillo de Somewhere over the Rainbow una y otra vez.
Es una gran manera de descubrir un país tan grande y precioso como Australia ( al cual me encantaría ir, más aun después de ver los paisajes) pero desaprovecha también una gran historia por intentar mezclar con la guerra mundial y intentar juntar diferentes historias de amor, con el niño y con Hugh Jackman.

Eso si, engancha por lo que, aunque el final ya aburre, ese vínculo creado con la película nos mantiene enganchados hasta el final.
Gran papel, uno más, de Hugh Jackman, y una Nicole Kidman un poco más expresiva que en otras ocasiones ( incluso creíbles los besos que se dan).