Average rating
6.1
Ratings
150
Reviews
150
Lists
17
Movie recommendations
- Ratings by category
- Contact
-
Share his/her profile
pintusian rating:
9
6.6
3,782
Language of the review:
- es
August 28, 2013
6 of 7 users found this review helpful
Trabucco (Walter Matthau) es un asesino a sueldo contratado por un mafioso para eliminar a tres ‘soplones’ (Schuster, Pritzig y Gambola), quienes van a testificar contra el ‘capo’ ante los tribunales. El plan de Trabucco es acabar este ‘trabajo’ y retirarse a una isla paradisíaca, para disfrutar de la vida…
Tras acabar sin problemas con las vidas de Schuster y Pritzig, Trabucco se cruza con Victor Clooney (Jack Lemmon), un tipo mojigato y parlanchín que se siente muy deprimido porque su esposa, Celia (Paula Prentiss), lo ha abandonado (tras 12 años de matrimonio) por un ‘gurú’ del sexo: el doctor Hugo Zuckerbrot (Klaus Kinski).
Trabucco se hospeda en un hotel desde el que pretende atentar contra Gambola, actuando como francotirador… pero no sabe que los continuos intentos de suicidio de Clooney le van a complicar mucho que lleve a cabo su último ‘trabajo’…
Tras acabar sin problemas con las vidas de Schuster y Pritzig, Trabucco se cruza con Victor Clooney (Jack Lemmon), un tipo mojigato y parlanchín que se siente muy deprimido porque su esposa, Celia (Paula Prentiss), lo ha abandonado (tras 12 años de matrimonio) por un ‘gurú’ del sexo: el doctor Hugo Zuckerbrot (Klaus Kinski).
Trabucco se hospeda en un hotel desde el que pretende atentar contra Gambola, actuando como francotirador… pero no sabe que los continuos intentos de suicidio de Clooney le van a complicar mucho que lleve a cabo su último ‘trabajo’…
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
View all
Spoiler:
Parece ser que la crítica de la época machacó bastante el último trabajo de Billy Wilder, lo que influyó negativamente en la taquilla y contribuyó a precipitar el adiós de este gran director de cine. Ver para creer. Todavía hoy leo comentarios que se escandalizan porque en esta obra se diga “hijo de puta” y “cojones”, aparezca un medallón con forma de pene, tenga cabida un chiste con unos porros (que es una excusa para atacar a los agentes de policía que lo aceptan) o se exhiban los turgentes pechos de una joven mujer.
Me viene a la cabeza la expresión “ser más papista que el papa”… y, sin abandonar el Estado Vaticano, sólo haré un apunte: en la Capilla Sixtina, Miguel Ángel Buonarroti representó muchísimos personajes bíblicos DESNUDOS… incluso el maestro de ceremonias del papa Julio II, Biaggio da Cesena, está retratado con orejas de burro y con una serpiente devorándole los testículos… ¿Puede esa ‘pequeña maldad’ restarle interés al conjunto de la obra? ¿Acaso la hace menos digna de su autor? Un poco de seriedad, señores…
En fin, veo que la mayoría de las críticas consideran esta película una “obra menor” de Wilder. Bueno, respeto esas opiniones… pero en absoluto comparto. Creo que estamos ante una película divertidísima, que presenta algunas secuencias desternillantes y que mantiene intacta la esencia del cine de este gran realizador. Además, el modo en que se finiquita el atentado contra Gambola es magistral…
Creo que desde el propio inicio (con la carta-bomba de Trabucco y el posterior ‘puro de la celebración’) se dibuja una sonrisa en el espectador (cosa dificilísima, dada la naturaleza de lo que se acaba de presenciar); creo que la hierática seriedad del personaje de Matthau es brillantísima, y que el insufrible individuo al que da vida Lemmon es igualmente espectacular; creo que ‘Aquí un amigo’ deja a los policías a un nivel sólo comparable con el de los periodistas en ‘Primera Plana’; creo que Klaus Kinski está perfecto dando vida a un fantoche indescriptible; creo que la música contribuye a darle al film un ritmo adecuado; creo que a lo largo de ‘Aquí un amigo’ se presencian momentos tronchantes (por ejemplo, cuando Lemmon pierde los nervios al descubrir que apenas conoce 5 zonas erógenas de la mujer, ¡siendo que existen 89!… o cuando Matthau da la extremaunción a un moribundo, con un latín de lo más ‘macarrónico’… o el diálogo entre ambos, para referirse al tipo de trabajo que desempeña Trabucco… o cuando el doctor Zuckerbrot incrementa el número de ejercicios que realiza en una barra). Y aún quedan muchísimos más.
En resumen, una vez más Wilder da una lección de dirección, con un estilo sencillo y conciso… y nos suministra su peculiar humor en pequeñas dosis, de forma gradual y bien modulada. El guión es brillante y en él se ataca a una sociedad que presumía de estar ‘liberada’ (¿gracias al consumo de sustancias psicotrópicas?) y que seguía siendo pacata y ultra-conservadora. Aún hoy muchos no han sido capaces de entender el mensaje que subyace en los ácidos diálogos del film… ¡qué pena!
En mi humilde opinión, estamos ante (otra) sensacional comedia con el sello de Billy Wilder (quien, me permito recordar, había cumplido 75 años cuando dirigió ‘Aquí un amigo’). ¡Casi ná! Desde luego, se la recomiendo a todos los amantes del género…
Me viene a la cabeza la expresión “ser más papista que el papa”… y, sin abandonar el Estado Vaticano, sólo haré un apunte: en la Capilla Sixtina, Miguel Ángel Buonarroti representó muchísimos personajes bíblicos DESNUDOS… incluso el maestro de ceremonias del papa Julio II, Biaggio da Cesena, está retratado con orejas de burro y con una serpiente devorándole los testículos… ¿Puede esa ‘pequeña maldad’ restarle interés al conjunto de la obra? ¿Acaso la hace menos digna de su autor? Un poco de seriedad, señores…
En fin, veo que la mayoría de las críticas consideran esta película una “obra menor” de Wilder. Bueno, respeto esas opiniones… pero en absoluto comparto. Creo que estamos ante una película divertidísima, que presenta algunas secuencias desternillantes y que mantiene intacta la esencia del cine de este gran realizador. Además, el modo en que se finiquita el atentado contra Gambola es magistral…
Creo que desde el propio inicio (con la carta-bomba de Trabucco y el posterior ‘puro de la celebración’) se dibuja una sonrisa en el espectador (cosa dificilísima, dada la naturaleza de lo que se acaba de presenciar); creo que la hierática seriedad del personaje de Matthau es brillantísima, y que el insufrible individuo al que da vida Lemmon es igualmente espectacular; creo que ‘Aquí un amigo’ deja a los policías a un nivel sólo comparable con el de los periodistas en ‘Primera Plana’; creo que Klaus Kinski está perfecto dando vida a un fantoche indescriptible; creo que la música contribuye a darle al film un ritmo adecuado; creo que a lo largo de ‘Aquí un amigo’ se presencian momentos tronchantes (por ejemplo, cuando Lemmon pierde los nervios al descubrir que apenas conoce 5 zonas erógenas de la mujer, ¡siendo que existen 89!… o cuando Matthau da la extremaunción a un moribundo, con un latín de lo más ‘macarrónico’… o el diálogo entre ambos, para referirse al tipo de trabajo que desempeña Trabucco… o cuando el doctor Zuckerbrot incrementa el número de ejercicios que realiza en una barra). Y aún quedan muchísimos más.
En resumen, una vez más Wilder da una lección de dirección, con un estilo sencillo y conciso… y nos suministra su peculiar humor en pequeñas dosis, de forma gradual y bien modulada. El guión es brillante y en él se ataca a una sociedad que presumía de estar ‘liberada’ (¿gracias al consumo de sustancias psicotrópicas?) y que seguía siendo pacata y ultra-conservadora. Aún hoy muchos no han sido capaces de entender el mensaje que subyace en los ácidos diálogos del film… ¡qué pena!
En mi humilde opinión, estamos ante (otra) sensacional comedia con el sello de Billy Wilder (quien, me permito recordar, había cumplido 75 años cuando dirigió ‘Aquí un amigo’). ¡Casi ná! Desde luego, se la recomiendo a todos los amantes del género…