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Cinematic rating:
8
Fantasy. Adventure. Drama Voldemort's power is growing stronger. He now has control over the Ministry of Magic and Hogwarts. Harry, Ron, and Hermione decide to finish Dumbledore's work and find the rest of the Horcruxes to defeat the Dark Lord. But little hope remains for the Trio, and the rest of the Wizarding World, so everything they do must go as planned.
Language of the review:
  • es
December 4, 2010
5 of 5 users found this review helpful
La última aventura de Harry Potter supera con mucho a la olvidable entrega anterior y disipa mis prejuicios sobre dividir la última entrega en dos partes. Sí, era por la pasta, pero también estaba justificado narrativamente. Los hechos mostrados aquí están muy bien dosificados a lo largo del metraje, y meter ambas partes en una habría acabado saturando por acumulación.

Si algo distingue a esta de las dos o tres entregas anteriores es que, como dice un personaje en la película, algo ha cambiado. En el apartado técnico luce igual de bien que siempre, con efectos especiales currados y convincentes. No hay cambios en eso. El cambio está en el uso que se hace de esas herramientas. Mientras que en el pasado el mero intento de epatar o la monotonía ganaban la jugada, aquí parece haber una verdadera noción del propósito al que sirven esos elementos. De saber que no son más que accesorios de algo mayor.

Las escenas de acción están rodadas impecablemente, tienen mucho nervio y, lo que es más importante: están perfectamente integradas en la trama principal, la de una misión acuciante que en ocasiones alcanza matices místicos inesperados. Y que las (escasas) concesiones al tonteo no resulten empalagosas tiene un mérito considerable (¿he oído crepús-culo por ahí?). Meritorio es también conseguir que la muerte de una criatura mágica resulte más trágica que la de un humano. Pues con ella no sólo muere el individuo, sino una parte del mundo al que pertence.

En esta penúltima entrega se aprecia un pulso narrativo que no se veía desde la tercera, cuando Alfonso Cuarón le dio un brío adulto a todo el tinglado. Aquí se mantiene ese espíritu. La maldad que antes estaba más restringida, más localizada, va extendiéndose hacia terrenos cada vez más familiares. Los protagonistas ya no van a Hogwarts, la magia ya no les rodea. Se convierten en sus buscadores, como el espectador. Y ya sea bajo la forma de chispazos de varita o de luces tenues al anochecer en un recóndito bosque; afortunadamente, ambos la encuentran.
Cinematic
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