La verdad es que no son mucho de mi agrado las películas del llamado neorrealismo italiano. He visto varios filmes de sus autores más representativos como son Luccino Visconti, Roberto Rosselini, Federico Fellini o Vittorio De Sica y la verdad admito que no son malos filmes pero a mí personalmente me aburren de manera soberana. Pero siempre hay una excepción, y en mi caso es esta gran película, que creo que fue además la que inició esta vertiente cinematográfica neorrealista. El film me parece genial, en ningún momento me aburrió que es lo que más me temía y me enganchó de verdad de principio a fin. Es un film desolador y muy triste, con dos niños como protagonistas, dos amigos entrañables que por circunstancias de la vida acaban uniéndose en un trágico destino. La verdad es que la película me atrapó. Me atrapó esa fotografía en blanco y negro tan contrastada, me atrapó ese cierto desenfoque que le da cierta sensación a la atmósfera del film y me atraparon sobre todo los portentosos talentos de los pequeños protagonistas. La verdad es que me emocionó y me sorprendió, es más cuando pensaba que iba a ser un film tan aburrido como otros de su director o de los otros autores que he mencionado anteriormente. GRANDÍSIMA PELÍCULA, LA VERDAD!!!