Comedian es una propuesta simple e interesante por partes iguales. Lo esencial que muestra es el reencuentro del cómico Jerry Seinfeld con los escenarios más importantes de los Comedy Clubs americanos, en una llamativa puesta a punto que refleja, perfectamente, los sinsabores de una profesión que se defiende, cada día, bajo el injusto y cambiante imperio de la risa.
Siendo una estrella de ámbito mundial, Jerry Seinfeld rebusca en su propio ser la motivación necesaria para enfrentarse, dentro de las lógicas inseguridades, al juicio público inherente a su papel de cómico. Casi palpamos sus dudas, su debilidad, su necesidad de agradar a toda costa para aplacar el mono de alabanzas que controlan su autoestima. Sin duda, lo sugestivo de este acercamiento no necesita de ser explicado.
Desde mi punto de vista, lo apasionante del documental se aleja de la figura Jerry Seinfeld, sino, realmente, lo que más me gusta es la figura secundaria de Orny Adams, el aspirante.
Orny, hombre desconocido en Europa, se ha hecho su hueco como cómico en USA, aunque no destaca en demasía. En el documental, al tipo este se le ve en los comienzos de la fama, cuando empezaba a saborear las mieles del éxito, pero, al mismo tiempo, percibimos la mayor ruindad del mundillo: el ser humano que desea triunfar a toda costa.
Este tío da pena, algo de asco y mucha más compasión de la que puede ser escrita, está atrapado por la presión que se impone a sí mismo y, por esta razón, percibimos su incapacidad para la felicidad, aunque todo esté dispuesto para sacarle del pesar en el que vive. Un caso que no es único pero sí que es singular, me pareció magnífico. Lo mejor de un buen documental.