Cansada de la monotonía de su matrimonio, una mujer traba relación con la nueva amiga de su hermano enfermero; una enigmática joven malherida que apareció por su consulta, que habla de una cabaña en un bosque… lo que allí habita es algo que hará salir a la luz unos secretos inconfesables, capaces de trastornar las vidas de todos. Bizarro drama familiar que parte de una excusa fantástica o de sci-fi para abordar críticamente la cuestión de una sociedad, la mexicana, a punto de estallar, presidida por el conservadurismo, la doble moral y las apariencias, que han apuntalado un sistema doblemente machista y homófobo… en lugar de ser ayudadas o defendidas, las víctimas son severamente castigadas, especialmente si hay una buena reputación que preservar ante el amarillismo de cierta prensa sensacionalista. La irrupción de un elemento extraño, alienígena, pondrá en evidencia lo frágil que es todo esto; un ser inescrutable que parece representar una sexualidad atávica (la propia película se encarga de recalcarlo) y del todo irracional.

Me he quedado muy a medias con todo, no estoy seguro de que la arriesgada propuesta termine de encajar. La familia del maromo, como obvios miembros de esa sociedad pacata, carecen de cualquier matiz. El feísmo visual contrasta con el acojonante CGI, y los actores (no profesionales, creo) dejan que desear.

Una pena, porque con semejantes ingredientes la cosa prometía.