Sorpresa. Tras decepcionarnos continuadamente Disney con su gestión del Universo fílmico de Star Wars, del que solo se salva "Rogue One" - el resto es de una mediocridad alarmante - nos obsequia con una magnífica serie que se adapta perfectamente a este Universo, pero no a la Herejía cutre de Disney, sino al Universo Expandido, tan ninguneado por los advenedizos que trabajan en la casa del ratón Mickey.

El mandaloriano es una creación de Jon Favreau, el que puso en pie el Universo Cinemático Marvel. Una creación hecha desde el amor a este Universo. Cada uno de los episodios está trufado de detalles que harán babear a cualquier aficionado a Star Wars; nos reencontramos con razas, androides y robots conocidos, con aparatos -grandes y pequeños -y tecnología- naves, armas, objetos. que nos suenan, con calles, poblados, lugares, paisajes, planetas, que quizás han aparecido alguna vez en las películas originales y en las series animadas, todo con un extremado cuidado en la puesta en escena. Dotan de armazón a la cultura de los mandalorianos, más allá de un simple nombre o casco; son tan escrupulosos, que en cinco episodios, el protagonista aún no se ha quitado el casco y no conocemos su rostro. Una delicia.

Y luego está la historia, sencilla pero efectiva. Historias autoconclusivas tipo "El increíble Hulk" o "El equipo A" en el que el mandaloriano llega a un sitio, resuelve el problema y se va. Y va acompañado. Sabemos que westerns- spaguettis o clásicos- y películas de samuráis beben de las mismas fuentes y esta serie tiene tanto de unas como de otras. La esencia de la serie nos recuerda al mítico manga llevado al cine de "Lone Wulf and Cub", del que no desvelaré mucho para hacer spoiler, pero que coinciden en lo básico, en la pareja protagonista y sus desventuras arriba y abajo. También nos recuerda a uno de los filmes de Zatoichi. Pero también transitaremos por "Los siete samuráis", en su cuarto episodio.

Favreau tiene mucho fondo fílmico y se nota, acompañándose de Dave Filoni, el creador de la serie animada "The Clone Wars", para conferir robustez en cuanto al entorno del Universo Star Wars en el que se desarrollan las historias.

Y además está excelentemente rodado, con notables escenas de acción, sin cortapisas de "lo políticamente correcto", participación de actores de la talla de Nick Nolte, una BSO elegante y unos créditos finales enormemente cuidados. Y es que de esta serie se puede aprovechar todo.

Pues nada, a seguir disfrutando. No la dejen escapar.