Carles Torrens es otro de esos cortometrajistas que llamaron la atención hace un tiempo, en este caso con su trabajo "Coming to Town", una curiosa reescritura de la fábula navideña añadiendo elementos de terror. Con "Emergo" debuta en el largometraje con un guión de Rodrigo Cortés ("Buried", 2010) y demuestra que aunque aún no sabe muy bien como terminar las cosas, al menos las puede empezar bien. Lo que más sorprende del film es que es capaz de inquietar durante parte de su metraje a pesar de que sepamos de memoria cómo va a resolverse cada escena, porque esto lo hemos visto doscientas veces sobre todo ahora que áun estamos inmersos en el boom de "Paranormal Activity" y de hecho la historia no se separa mucho de aquella aunque sea más fácil abrazarla como un eco lejano de "The Entity" de Sidney J. Furie (1982).: una familia azotada por una terrible pérdida se ve inmersa en una serie de fenómenos paranormales, por lo que contratan a un grupo de expertos para solucionar el problema.

Aquí hay ideas, conceptos, no nuevos pero sí bien usados en mayor o menor medida al menos durante su primera parte, que es la que más juega con la ambigüedad de los personajes. Desgraciadamente pasado un tiempo cae en los subrayados y se permite el lujo de tratar de ser inteligente siendo poco más que un pastiche resuelto con entereza... nada más, y nada menos. Es fácil establecer otro paralelismo con una película reciente y ésta sería "Insidious" de James Wan, que se va por el desagüe con un tramo final efectista y pobretón, con giro final marca de la casa. "Emergo" tiene el mismo problema pero de forma más ligera y termina de hundir su tercer acto con un último plano lamentable. Pero mientras dura no molesta y a veces se pasa un rato inquietante. Los fans del género la disfrutarán y los que no tampoco podrán darle demasiada cera; es más de lo que consiguen el 95% de producciones similares, y eso que ésta no es gran cosa. Así de bien le va al subgénero de las apariciones fantasmales.