Pero desde luego esto está muy por debajo de Escondidos en Brujas o la siguiente película de Martin McDonagh.

Lo primero que no me gusta, da la sensación de que McDonagh se ha creído el más listo de la clase. Intenta jugar con un montón de metáforas (película dentro de película, guión que se escribe sobre gente real, etc) y en realidad la cosa no es tan complicada. Simplemente lo retuerce para hacernos creer que es más complejo. O esa es la sensación que me da.

Lo segundo, los personajes están descompensados. En especial el elenco femenino. El personaje de Abbie Cornish se abandona al rato de aparecer (con el jugo que se le podría sacar a su relación con Farrell) y Olga Kurylenko aparece literalmente en UNA ESCENA.

Lo tercero, las situaciones son algunas demasiada casualidad, en especial la identidad del personaje de Kurylenko y que esta conozca al personaje de Rockwell.

Lo cuarto, algunas bromas (esa pistola que se encasquilla) se repiten hasta la saciedad. Es una pena porque McDonagh tiene sentido del humor. Pero, a veces se propasa con la repetición.

Lo quinto, para mí desde que la acción se pasa a una especie de monte desértico, la película se pierde. La película pasa de ser una sucesión rápida de transiciones (personajes que van y vienen, secundarios con breves apariciones, los protagonistas y sus situaciones personales) a unos treinta minutos finales en los que la acción se para y da lugar a el trío protagonista hablando de guiones y demás. La cosa vuelve a la normalidad cuando Harrelson aparece.

Dicho todo esto, hay pequeñas cosas que funcionan y el reparto está magnífico (Rockwell, Walken y Harrelson están en su salsa).

La película no es horrible, pero creo que se cree más de lo que es y entre tanto guiño metaficcional...se acaba perdiendo. Aún así se agradece el intento.