Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador; del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: MALA.
Si la primera contenía cierta novedad por lo añejo y el riesgo de Stallone, hasta cierto punto divertido, a la hora de resucitar un cine viejo y casposo de los ochenta, y la segunda reconvertía con buen tino la propuesta inicial, esta tercera se revuelca en el vómito de su fuente original, a modo de "delírium trémens", donde todo se reduce a una serie de tiros y explosiones embadurnados con una retahíla de frases tan irónicas como tontas entorno a la vejez. A Stallone se "le ha ido la pinza" en este guión, pleno de tópicos pueriles e infantiloides hasta el empacho. Y así, todo se reduce a un castillo de fuegos artificiales, cuya trasnochada pirotecnia llega a su desenlace con un cúmulo de explosiones y disparos multiplicados por diez, en una espiral desmadrada cuando ya estamos empachados hasta la médula. Pero lo peor es ver todas esas viejas glorias, procurando más pena que alegría a aquellos que los conocimos en sus tiempos mozos. Y es que, reviste gran señorío y dignidad saber retirarse a tiempo, dejando en la retina las imágenes que a todo espectador le gustaría retener. ¡Qué no se pueden tener 70 años y estar ahí haciendo el saltinbanqui como a los treinta! Si lo haces, debes tener una buena historia que llevar a la pantalla y saber el lugar que ocupar en ella. En fin, no creo que haya nadie por encima de los 12 años que guste de esta fatalidad, a no ser que algo anómalo acontezca en la mente. De ser así, aconsejo visitar urgentemente al psicólogo. Puede que hayan traumas de la infancia u adolescencia no resueltos.