La mítica película me funciona mejor como una historia de aventuras, una comedia en ciertos momentos, que como una historia de romance, pese al desarrollo, me resulta imposible que me funcione la extraña pareja. Pero como protagonistas ambos están excelsos, principalmente Katherine Hepburn, de solterona servicial con su hermano, a mandona y demandante con sus maravillosos Mr Allnut, a una divertidísima aventurera.
Si uno se detiene a enumerar sus defectos, sus imperfecciones, la película pierde toda su fuerza, pero al verla aceptándola por lo que es, una maravillosa aventura visual, mantiene toda la fuerza del clásico. Mientras, los paisajes del Congo Belga, del corazón de la selva africana, hacen de escenario a una película no perfecta, pero siempre irresistible.