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3
8.0
158,355
Sci-Fi. Thriller. Mystery. Action
Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) is a skilled thief, the absolute best in the dangerous art of extraction, stealing valuable secrets from deep within the subconscious during the dream state, when the mind is at its most vulnerable. Cobb's rare ability has made him a coveted player in this treacherous new world of corporate espionage, but it has also made him an international fugitive and cost him everything he has ever loved. Now Cobb is ... [+]
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- es
August 16, 2010
12 of 17 users found this review helpful
Hitchcock sabía que la magia del cine se vale de ardides con que manipular y reconducir la mente del espectador pero el director no es solo un mero prestidigitador que concentre su arte en los mecanismos del artefacto: ha de ser capaz de dotar al sueño de significado y de cerrar su sentido. Si el camino de la pantalla a los sueños y de los sueños a la realidad permanece cortado, porque esta queda olvidada durante la proyección, quienes busquen una experiencia más allá del entretenimiento se sentirán embaucados. Cuando creas un universo de cuatro niveles bajo la presuposición de que tiene tres, la referencia a la realidad se pierde, la imagen desanclada de lo real deviene sinsentido y el mago, ya puede dominar la construcción de sueños, que ha perdido el control sobre el efecto final. Tal vez Ch. Nolan quiso que el espectador se maravillase dentro de su laberinto de imágenes pero no contaba con que hace ya tiempo que no somos niños ni adolescentes perdidos en una atracción de feria sino adultos en busca de realidades y sentido. En el laberinto de los espejos queríamos una imagen que nos volviera más sabios en el mundo real, sólo obtuvimos un falso reflejo, un engaño.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
"Inception" apuesta todo a la originalidad de un drama (la historia de pérdida de Don Cobb y su intento por retornar con sus hijos) mediante una construcción onírica en muñecas rusas pero es incapaz de ir más allá de los espacios trillados del cine de acción (Cobb hallado en la playa e intentando robar dentro de la mansión al multimillonario japonés, Cobb huyendo por las calles de una ciudad oriental, las escenas de la furgoneta bajo la lluvia en una ciudad de EE.UU, los enfrentamientos en el hotel, las escenas finales en la nieve). Por un lado, Nolan, preocupado por los puntos de cierre de su construcción, descuida la acción (algo que no hacía en ‘The Dark Knight’) la cual pierde interés para el espectador porque éste sabe que no es real y le ronda una sensación de que siempre habrá alguna triquiñuela para escapar a una herida de muerte. Por otro, descuida la entidad de los personajes y su historia: la tragedia del protagonista por la cual perdió a su mujer resulta inverosímil y risible al incurrir en el error de que sea una contradicción no deseada en la estructura del sueño el motor del drama (si la intención de Cobb era que su mujer abandonara el mundo de los sueños, bastaba con evitar que se conectara al maletín que induce al sueño, sin ninguna necesidad de introducir en su mente la idea de que debía despertar). El drama se resiente de que cede durante la mayor parte del rodaje su capacidad vertebradora del argumento a la historia paralela padre-hijo de Fischer. Desplazada del centro de interés que reside en la mente de Cobb, el interés de la historia de Fisher resulta artificiosa porque es presentada al espectador como una aventura fantástica para alojar una idea en una mente, con lo cual se cierran las posibilidades del desarrollo del conflicto dramático. Si a ello sumamos lo especialmente decepcionante que resulta la caracterización de la mujer de Cobb y de los significados que Nolan trata de construir en torno al amor y la familia, la ausencia de maestría con la que están rodadas las escenas de acción, la falta de interés y carisma de los personajes secundarios, y la torpeza de que los diálogos entre actores suplan la deficiencia de una narración que es incapaz de guiar al espectador por su mundo, el precio que “Inception” paga para solucionar los problemas de su estructura de triple sueño es demasiado alto. Al final el espectador vaga confuso entre los terrenos del drama, la acción y el cine fantástico: ni su fantasía vuela dentro de los límites de un mundo imaginado ni es impactado por las escenas de acción ni se siente emocionado por la historia dramática ni disfruta de un desarrollo inteligente de los acontecimientos. En última instancia, tampoco se siente sorprendido en la última escena, pues, siga el tótem girando o se detenga, la imaginación no ha se apartado un ápice de lo mil veces ya visto en otros films y el truco de Nolan ha sido tan burdo que no hay interés en decidir la solución de esa ambigüedad final.