Todavía estoy pensando por qué me ha dejado esta sensación agridulce la película después de salir de la sala. Tengo dos opciones: o los guionistas la han cagado o han sido los actores, y teniendo a genios Downey Jr. o Mickey Rourke, creo que me decanto por lo primero.

Me gustó la primera película, bastante, pero ésta no me ha gustado (salvo los 30 minutos finales... de dos horas). La mitad de la película es desechable, no aporta nada y muestra a Tony Stark borracho (a veces también literalmente) de gloria, poder y fama. La sensación que me dejó la primera peli es que Tony ya había aprendido que su egocentrismo y narcisismo no era nada bueno para él, pero el personaje vuelve a insistir en su despreocupación por todo. Soy admirador de Rober Downey Jr., me parece que hace un buen papel, pero le falta algo que sí tenía en la original. Su ácido sentido del humor ha decaído por completo (aunque tenga momentos muy buenos). Por otro lado, el malo malísimo en busca de venganza, que interpreta Mickey Rourke, queda bastante en la sombra. He de decir que las pintas que le han puesto son geniales, aunque su manía con el palillo da lugar a muchos fallos en la cohesión, pero qué se le va a hacer... Hace un buen trabajo, escaso pero bueno.

Por último, destacar el papel de Gwyneth Paltrow, como el Pepito Grillo de Tony Stark, quien pone el punto de coherencia y sobriedad en su vida. Una mujer con mucho encanto. Dejo para el final a Scarlett Johansson y Samuel L. Jackson, ya que sus actuaciones son más bien cameos, sobre todo la de este último, que sus apariciones carecen de importancia. Sobre Scarlett, a mí no me parece tan exageradamente metida con calzador como dice la gente. Tiene su importancia en la película como nexo de unión y tampoco lo hace tan mal (y alegra la vista, todo sea dicho).

En definitiva, "segundas partes nunca fueron buenas" se cumple esta vez. Lo más sorprendente es que no se hace pesada, entretiene, pero cuando empiezas a reflexionar, te das cuenta de que media película sobra.

Y como ya han dicho muchos detrás mía (y muchos lo dirán delante), quedaros hasta el final que, aunque parezca que los créditos no tienen fin, hay una escena que quizás os interese (si queréis ver una tercera parte).