Partiendo de la base que la dirige el director de Ice Age y Robots, esperaba algo realmente decente de Chris Wedge en su primera película de acción real, pero recordemos que es la segunda película que trabaja solo y quizás las dos citadas tuvieron el apoyo de Carlos Saldanha que puede ser que sea el alma de las dos cintas porque Epic tampoco me pareció gran cosa aunque no el esperpento que me ha parecido esta. Que sí, que es para el público infantil, que es entretenida y que visualmente no está mal. Pero resulta una copia barata de E.T, bueno, quizás cara porque ha costado más de 100 millones y no ha sabido encontrar ni el tono ni los actores para encumbrar una idea aparentemente tierna y divertida. Multitud de tópicos abundan en esta aventura que no encuentra el punto cómico ni emotivo por mucho que lo busca. Cuando parece que va a despegar con lo que vende el tráiler llega el final y pensando que tiraría por una cinta de persecuciones y carreras con el monstruito liándola parda se queda en una infantil cinta del valor de la amistad y la familia con historia romántica típica y forzada con diálogos de vergüenza ajena. Una decepción que no solo ha sabido a fracaso en crítica para Paramount sino en taquilla también. Si la idea hubiera sido más loca pero a la vez inteligente habría dado una cinta memorable y simpática, y se queda en una cinta sin gracia ni momentos memorables. En tierra de nadie se queda la cinta y nadie la recordará, de hecho ya no se recuerda aún siendo de este mismo año. Lucas Till, uno de los actores más promocionados de los últimos años que se suma a la lista de Sam Worthington, Alex Pettyfer, Nicholas Hoult y Taylor Kistch.