La trama no es brillante, varios elementos que la componen ya han sido explotados anteriormente (futuro distópico, convivencia entre seres humanos desconocidos, suicidios en masa, enamoramiento en medio del caos, etc.) pero, a diferencia de otras historias en las que parece inspirarse, Bird Box los utiliza sin incongruencias y ahí radica su máximo logro: desarrolla un argumento coherente desde el principio hasta el fin. Aquí no vas a encontrar sobresaltos aleatorios, personajes cuyos actos sean inexplicables, muertes innecesarias, situaciones ridículas, monstruos deplorables.
¿Cuáles son sus desaciertos? Todo lo demás. El desarrollo es demasiado lento, los diálogos son mediocres, se desaprovecha la relación madre e hijo -realmente hubiera sido interesante que la película cuestione profundamente el rol de la mujer y la maternidad- y no termina de visibilizar cuál es su objetivo, qué es lo que quiere transmitir, sobre qué quiere que el espectador reflexione.