El guión optó en forma muy efectiva por contar un relato no lineal y arranca con los minutos previos al lanzamiento de la primer nave tripulada en ser puesta en órbita alrededor de la tierra, haciendo un detallado itinerario del propio despegue pero mechando un conjunto de "flash backs" que muestran diferentes facetas de Gagarin, desde su infancia hasta el momento en que es seleccionado para ser enviado al espacio.

Es un friso compuesto de varios dramas muy bien dibujados: el hambre cuando niño en un territorio ocupado por los nazis en la II Guerra y la desesperanza de sus padres; el desacuerdo y la falta de apoyo familiar en todos los cosmonautas por el temor a la incertidumbre tecnológica de la época; los celos de los finalistas de la selección para lograr el primer puesto; las luchas internas de la burocracia comunista y militar para decidir quién será el candidato; el uso que los resabios estalinistas en la figura de Nikita Jruschev pretenden darle a la hazaña un uso oportunista en la guerra fría.

Se le ha señalado a este filme una cierta inclinación propagandística olvidando que la Unión Soviética implosionó hace más de 25 años y por lo tanto ¿propaganda de qué? Es cierto que la crítica al régimen es apenas sugerida y hasta tímida, pero no por ello resulta menos poderoso este mosaico de dramas.

Al principio el montaje, los primeros planos y ciertas miradas del protagonista con su suplente parecen insinuar una relación homosexual entre ellos pero luego se diluye o se optó por no profundizar en el tema (o yo entendí cualquier cosa).

Con muy buenas actuaciones, una fotografía que muestra detalladamente lo precario y primitivo de la nave y de la base de lanzamiento y la funcionalidad de una hermosísima música hacen altamente recomendable esta película.