Click here to copy URL
antonalva rating:
7
Comedy. Drama Janet has just been appointed minister in the shadow cabinet – the crowning achievement of her political career. She and her husband Bill plan to celebrate this with a few close friends. The guests arrive at their home in London but the party takes an unexpected turn for the worse when Bill suddenly makes two explosive revelations that shock Janet and everyone present to the core. Love, friendships, political convictions and a whole way ... [+]
Language of the review:
  • es
February 19, 2018
25 of 30 users found this review helpful
Esta modesta pieza británica es un inesperado desecho de virtudes artísticas y debería formar parte del currículo educativo en cualquier escuela de cine para guionistas avezados: una construcción formidable de personajes con elementos mínimos, unos diálogos ágiles e incisivos que dejan lacerantes heridas invisibles, la inclusión de un ominoso personaje ausente que sobrevuela como un aciago presagio todo el sobrio metraje – uno piensa en ‘Rebeca’ y no es una asociación baladí –, la proliferación de sorpresas, quiebros, revelaciones y testimonios que modifican a cada paso el flujo de la trama sin resultar caprichosos o inapropiados o falsos. Resumiendo, la piedra angular de una buena película sobre la cual se debe construir todo lo demás – es decir, el guión – es un prodigio de inteligencia, lucidez, inventiva y audacia.

Si además se cuenta con un reparto coral formado por excelentes actores de ambos lados del atlántico, el resultado final no puede ser sino estimulante – además de acremente desternillante. Porque si bien lo que se relata es una ¿o varias? tragedias, la verdad es que el espectador no deja de sonreír, burlón, ante el catálogo de despropósitos, hipocresías, mentiras, disimulos y tergiversaciones con las que los tan acelerados como infelices adultos sazonan sus cotidianas relaciones con sus parejas, amigos, confidentes y demás farisaica calaña, sin mala conciencia ni remordimiento alguno. Tanto trajín para acabar tirándose los trastos a la cabeza y desnudarse por completo sin tener que quitarse la ropa…

Es decir, en un registro más áspero, más adulto y menos angelical, estamos ante la versión británica del inesperado éxito español de Álex de la Iglesia “Perfectos desconocidos” (que a su vez es un remake de una reciente película italiana). Vamos, que parece que ha llegado el momento de reconocer – en toda Europa o quizás en todo el orbe – lo farsantes que somos en nuestras relaciones con nuestros supuestos seres más queridos y cercanos. Por ahora nos habremos de contentar con reírnos de los demás, pero podría sernos útil volver la mirada sobre nosotros mismos y reconocer la cantidad de falacias y fingimientos que acumulamos en nuestro devenir diario. Estamos ante un esperpento ‘made-in-England’ que deja poco espacio para la esperanza y se contenta con provocarnos una risilla inquieta, válvula de escape que quizás se nos debiera de atragantar para alcanzar su terapéutico objetivo.

Todos los actores están formidables y aunque sea injusto, quizás debiera de destacar la labor de Patricia Clarkson y Kristin Scott Thomas y, sobre todo, de un Bruno Ganz en estado de gracia interpretando a un ‘coach vital’ que encarna y aúna todo lo grotesco del espíritu ‘new age’ que devora y vacía los bolsillos de tantos ilusos. Te reirás mucho – pero no te hará maldita la gracia.
antonalva
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow