Dos horas y pico, mucho pico, y la película no se hace larga, todo lo contrario. Falta metraje. Creo que en estos tiempos en que a toda película normalmente le sobran veinte minutos y a veces el metraje entero es todo un elogio.
Hay una crítica general a toda la serie del niño mago por excelencia y es que podrán seguir mejor la trama quienes no hayan leído la saga literaria pues intentara encajar las imágenes con lo leído a veces desconcierta más que otra cosa.
Con unos efectos especiales verdaderamente impresionantes (mar, fuego, agua, en fin todos los elementos, quizás se hubiera podido rebajar alguna secuencia para darle algo más de la trama literaria. Claro que la primera secuencia atrapa visualmente de una manera innegable.
Siempre me ha parecido que lo mejor de la serie es el reparto. Los actores, todos sin excepción se ajustan como un guante a las descripciones de los personajes a pesar de que el metraje obliga a que muchos papeles sean mucho más reducidos que los correspondientes literarios.
El caso es que salí del cine sin la sensación de haber perdido dos horas y mucho pico de mi vida. Eso ya es mucho.