El Padrino de Francis Ford Coppola, es un drama basado en la mafia de los años 40 y 50, considerada ampliamente por público y crítica, una auténtica cinta de culto. Dirigida con un ritmo paulatino y majestuoso, es una obra atrevida y temeraria por la historia en sí, y personal y subjetiva. Realizada de modo extraordinario y asombroso, y definida de manera impecable y perfecta, gusta por su inteligente provocación, ganando seguidores con el paso del tiempo.
La fotografía, es inmejorable y sugestiva, la cual impacta con espectacularidad por sus imágenes exquisitas y llenas de detalles clamorosos, y por su violencia. Y desde luego, es idónea y excelente en un trabajo soberbio y estéticamente decorado artísticamente, por hacer gran uso de los claroscuros. Y la música, es sensacional y grandiosa, bella y majestuosa, la cual usa sonidos confortantes y sugerentes que son inolvidables para cualquier cinéfilo, y por supuesto hipnotizante por sus melodías intrigantes, inquietantes y amenazadoras.
Las actuaciones, son inconcebibles, auténticas y con personalidad propia. Con Al Pacino convincente y persuasivo y Marlon Brando oscarizado por uno de los papeles más recordados y respetados de la historia del cine, por ser sobresaliente y arrollador. Destacando también las notables interpretaciones de James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton, John Cazale, Talia Shire, Richard Castellano y Sterling Hayden. Con vestuarios y caracterizaciones elegantes y alusivos a la mafia, estéticamente elaborados en detalles, e impecables y característicos de los personajes.
El guion, escrito por el propio director junto con Mario Puzzo, y basado en la propia novela de este último, es algo embrollado por la cantidad de personajes que aparecen, y está argumentado de modo interesante y absorbente, de tal modo, que penetra en el público inexorablemente, apasionándolo por su realidad y verosimilitud, sintiéndose parte de él, y sufriendo en los momentos amenazadores, intrigantes y sorprendentes. Y emplea para ello, una narrativa impecable y perfecta, con uso clásico, equilibrado y alusivo en todo momento por las características frases de los capos, y su tono amenazador y frío.
Para finalizar, cabe destacar los efectos admirables y sobrecogedores que exaltan la sangre y la violencia como pocas cintas consiguen. Unos planos y movimientos de cámara con planos detalle, primeros planos, avanti y retroceso, y reconocimiento elaborados sobriamente con inteligencia y perspicacia en un enorme trabajo técnico. Y también, unos decorados sugestivos por sus edificios y vehículos que te transportan al lugar y momento in situ.
En definitiva, la considero una obra necesaria, inmortal y esencial en el séptimo arte, y de visión obligada para todos los públicos. Por ser inmensa, implacable y violenta, con 3 oscars de la academia, entre ellos el de mejor película. Y desde luego recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, efectos, vestuarios y narrativa que la convierten en una obra única, la cual es, para gran parte del público y de la crítica, la mejor cinta de todos los tiempos. Y sinceramente, pocas películas se acercan a esta obra que, no solo en grandiosa de por sí, sino que además año tras año va aumentando su fama de cinta de culto, y va ganando adeptos por todos los rincones del mundo.