Inolvidable e imprescindible drama desgarrador de la mano de Bergman, grandiosa historia que trata temas tan delicados como la religión, la fe, la venganza y el amor, con un argumento bien hilado que te mantiene pegado al asiento toda la película, perfectamente dirigida y con unos conseguidos vestuarios y decorados de la época en cuestión, las actuaciones magníficas y muy serias, los diálogos dejan claro los pensamientos de cada personaje y acompañados por una luz y fotografía bien trabajados como nos tiene acostumbrados el gran director sueco que no deja nada al azar, por lo que en líneas generales es una de sus mejores cintas que no nos debemos perder.