Ya no me acordaba yo de este despropósito televisivo que vi con alguna que otra expectativa pero que terminó aburriéndome hasta límites insospechados. ¿Cómo se puede hacer una miniserie tan mala con un material tan bueno como dos asesinatos y sus correspondientes descuartizamientos? De ahí se saca un producto cojonudo, y no tendría por qué redundar en el aspecto gore. Yo sólo con que me pongan el estado psicológico de las víctimas y de los asesinos ya tendría bastante.
Pero no, no hay manera. Siempre que sale algo así, en España tenemos que cagarla. La película se hace larga y, en ocasiones, incomprensible. Tal vez sea porque la vi de manera fragmentada, pero es que me mareaba tanto flashback y no entendía nada de la trama. Tampoco me gustaban los actores, ninguno. La mirada de Tamar Novas más que miedo me daba repelús, como si te estuviera observando un pervertido y no un psicópata.
No entiendo a qué venía la historia personal de la agente de policía. Para mí, sobraba completamente. No me parece necesario que aparezca una poli con un trauma personal a cuestas para que sea puesta a prueba por el psicópata, que siempre sabe más que todos y nadie es capaz de darle jaque mate.
Las escenas de descuartizamiento en la bañera, como muchos habéis dicho, son bastante patéticas. Si ya es incómodo bañar a un bebé en una bañera de esas, imaginaos cortar pedacitos de carne humana con hachas y sierras. Pero vamos, que en una peli tan mala, ya como te que lo esperas.