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United States United States · Raccoon City
Maldito Bastardo rating:
6
Drama In an incredible twist of fate, Scottish doctor Nicholas Garrigan (James McAvoy) on a Ugandan medical mission becomes irreversibly entangled with one of the world's most barbaric figures: Idi Amin (Forest Whitaker). Impressed by Dr. Garrigan's brazen attitude in a moment of crisis, the newly self-appointed Ugandan President Amin hand picks him as his personal physician and closest confidante. Though Garrigan is at first flattered and ... [+]
Language of the review:
  • es
February 23, 2007
22 of 41 users found this review helpful
Resulta interesante el planteamiento narrativo de “El último rey de Escocia”: convertir el supuesto viaje de placer y escape de una acomodada vida para un joven doctor, Nicholas Garrigan, en una auténtica pesadilla de la que no es consciente hasta que es despertado.

Abducido y seducido por el lujo, el poder y el placer, el que fue fauno en “Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario”, se ha depilado la entrepierna para convertirse en ‘hijo adoptivo’ del mismísimo presidente de Uganda desde 1971 hasta 1979, Idi Amin, interpretado por un enorme Forest Whitaker que espera que se pronuncie su nombre en la próxima entrega de los Oscars.
Al espectador, como a Garrigan, Kevin Macdonald le da pocas pistas sobre la verdadera identidad de un genocida, de un padre que es capaz de devorar a sus propios hijos si así lo considera oportuno. Que en realidad es el fiero león y la bruja del cuento.
Esa cámara inestable que lo retrataba ya desde un principio esconde a un ser paranoico e impredecible… ¡Pero qué gusto da ser la puta del rey y vivir encerrado en un armario! Y no saber que fuera de todas esas comodidades y realidad artificial la ‘agradable’ persona a la que aprecias es mala, mala, mala, mala y ¡requetemala!

Aunque todos los sueños tienen un final y el de Garrigan es pasar lo piedra de la cruda realidad, de eso que le ha sido escondido y no ha querido ver. Y es entonces cuando ese punto de vista en la narración se desmiembra en una lluvia de efectismo y gore. Ese handicap es su mejor acierto. Como lo es la hipocresía y egoísmo de sus personajes.

Aunque antes de escupir el panfleto sobre la vida y milagros de Idi Amin, Macdonald nos brinda una metáfora final y moraleja: la de un continente que se sacrifica por mantener nuestro bienestar.



» Homenaje a Tomine:

- ¿Necesitas que te vende la mano, negro grandote, macho africano... y Jefe de Estado?
- ¡Claro!, un chapero consorte que ejerza de médico de familia y me saque los gases me vendrá bien.
- ¿¡Cómo!? ¡Me has ofendido! Yo vine a Uganda a salvar el mundo…
- Lo siento. ¿Aceptarás vivir en un mundo de ‘ensueño’ como prueba de mi amor?
- Snif... de acuerdo...
- Estupendo. Y ahora... ¡A cuatro patas! Tranquilo, hijo mío, si escuchas ‘disparos’ ya sabías que no deberías haber mezclado las aspirinas con la cerveza.
Maldito Bastardo
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