Da gusto cuando se hacen las cosas bien, tan bien, que sorprende incluso cuando ya tenías unas altas expectativas.
Todo está muy bien hilado, sin fallos de guión, con ritmo, y huyendo de maniqueísmos pueriles. Aquí no hay buenos ni malos. Tan solo estupidez, miedo, y desconfianza por ambas partes.
El trabajo infográfico con los simios es espectacular; las expresiones son simiescas con toques humanos pero sin abusar. Las actuaciones de los actores son todas correctas. Y es una secuela que encaja muy bien con su predecesora, haciéndola de verdad una continuación sin fisuras y con lógica.
No voy a seguir con una crítica muy extensa, tan solo decir que si te gustó la primera, que ya es muy buena, esta no te va a defraudar; es una joya en este panorama actual. Si estás leyendo esto, te la recomiendo encarecidamente. Y cuando salga en DVD, es de las que hay que comprar para tenerla como oro en paño.