Esta película forma parte de la trilogía del "apartamento" junto con Repulsión y El quimérico inquilino, y es una buena muestra de lo que es el trabajo de Polanski y de su maestría en tratar el tema del terror de lo cotidiano y siempre ligado a los ambientes claustrofóbicos.
La película que nos ocupa tiene elementos muy interesantes que la convierten en una auténtica obra maestra del terror, aunque se trate de un terror sutil. La protagonista tiene cosas en común con la de Repulsión y el film tiene mucho de la ambigüedad de El quimérico inquilino. Hay que decir que un elemento fundamental es el trabajo de los actores, destacando el de Mia Farrow, que lo hace realmente bien, con el toque de dulzura e inocencia que aporta, que es totalmente opuesto a lo que se está fraguando alrededor de ella.
Otra cosa que llama la atención es el tratamiento de la religión, y si bien el director no es una persona religiosa, contrapone los elementos de la religión, en este caso los de la católica, que es también la de la protagonista, a los elementos ligados al mal. Así, vemos que a los "amables" vecinos están molestos por la visita del Papa, se quejan de la opulencia de las religiones... Más tarde descubriremos por qué: ellos ya tienen unas "ideas" propias y un plan para eliminar las religiones del mapa. Luego están las alusiones al nacimiento de Cristo con el tema de la Navidad, cuando Rosemary escribe las felicitaciones con imágenes del nacimiento, cuando contempla un Nacimiento en los grandes almacenes. También se alude al triunfo del mal cuando lee en la consulta del médico una revista Time en que la portada dice "God is dead". Y también están las alusiones a la religión de ella en sus sueños, con las monjas y el obispo. Todo esto indica que el mal puede anidar incluso en un alma sin maldad y que ha seguido una religión que lucha contra él, lo cual es terrorífico en si mismo.
También es terrorífico suponer que el mal está a nuestro alrededor y que hay gente que forma parte de una "asociación" que confabula en contra nuestro. Hay que recordar que algunas personas se sintieron ofendidas porque esta película las desemascaraba, de alguna forma, y ésa fue una razón del odio a Polanski y de los hechos que tuvieron lugar en su casa y que acabaron con la vida de su esposa, Sharon Tate. Por lo tanto, resulta que al final lap elícula no es tan descabellada y hay por ahí gente que toma parte en prácticas semejantes, y esto sí que da miedo.
Una fantástica película, con un terror sutil magnífico, sin necesidad de mostrar imágenes desagradables, porque se juega con la ambigüedad, con la doble cara que presentan las personas, con el engaño, como el marido que es capaz de todo con tal de triunfar, y que se lo toma todo con mucha calma, porque al fin y al cabo, después del trato ya es uno de ellos.
Polanski se mueve con maestría en los espacios cerrados y crea todo un mundo en el apartamento, mostrando un gran dominio del arte del suspense, y del terror que puede esconder una puerta cerrada o la maldad oculta en una persona aparentemente normal. Una película de terror hecha con cerebro y no con casquería, y que no busca el efectismo sino que da qué pensar.