A pesar de todo es una película imprescindible de Lars von Trier que explica sus comienzos y quién era antes de Dogma aunque la dirección parece demasiado desorientada y que cuenta con el azar como método creativo.

Un detective quiere resolver un crimen del pasado a través de una hipnosis donde recuerda pesadillas kafkianas de su pasado con un tono sepia y vanguardista, con juegos de palabras y diálogos surrealistas.

De las 10 normas del acuerdo Dogma 95 (del año 1995) que firmaron varios amigos directores daneses en París aquí solo se respeta una, porque pone el nombre del director en los créditos, hay veces que solo parece un juego surrealista de pesadilla para desahogarse. Como curiosidad Stig Larsson aparece como actor secundario.