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Alfonso Marlowe rating:
3
1993
Vicente Escrivá (Creator)
4.1
4,569
Language of the review:
- es
November 2, 2023
2 of 3 users found this review helpful
Desde 1999 con las series "Siete vidas" y "Aída" los guionistas se tomaron en serio un nuevo humor punk costumbrista y en general se pulió el estudio psicológico de los personajes y se los modernizó. Todavía hoy seguimos con esta nueva sensibilidad de las sitcoms.
Hay arquetipos en el mundo de lo audiovisual que se perfeccionan y pulen constantemente: uno es del del trabajador "nostálgico" facha que hace comentarios políticamente incorrectos, con carácter y que se queja de que los trabajadores poco cualificados, los socialistas o los sindicalistas son unos vagos y un cáncer, y el de las personas que lo rodean, lo soportan y admiran su brillante "humor con mala leche". Pero hay veces que hay más tono bronco, gañanería brusca y egoísmo que humor, psicología de muchos prejuicios y profundidad.
Sin embargo, es un personaje y un ambiente que artísticamente se ha trabajado bastante y el enfoque que le da Landa ya muy queda atrás, incluso aunque representara a gente que existiera de verdad.
Aquí los prejuicios del facha, su constante anacronismo sociológico, su completa incapacidad para entender los nuevos valores de la juventud y una visión de la vida retrógrada tenían que hacer gracia, pero solo se la hacían a los afines emocionalmente que era a los que sobre todo iba dirigida la serie. Los personajes más simpáticos eran los que estaban a su alrededor soportando su mal carácter: sobre todo una joven Lydia Bosch y Micky Molina.
En fin, una serie precursora, algo superficial, de humor también superficial y simplón comparado con las nuevas series que vendrían después desde Aída.
Una década y media después con el Antonio Recio de la serie La que se avecina sí se consiguió la plenitud y grandeza del personaje, por lo que esté personaje anacrónico quedó cada vez más viejuno, diluido y casi produce más antipatía que conmiseración o empatía.
Hay arquetipos en el mundo de lo audiovisual que se perfeccionan y pulen constantemente: uno es del del trabajador "nostálgico" facha que hace comentarios políticamente incorrectos, con carácter y que se queja de que los trabajadores poco cualificados, los socialistas o los sindicalistas son unos vagos y un cáncer, y el de las personas que lo rodean, lo soportan y admiran su brillante "humor con mala leche". Pero hay veces que hay más tono bronco, gañanería brusca y egoísmo que humor, psicología de muchos prejuicios y profundidad.
Sin embargo, es un personaje y un ambiente que artísticamente se ha trabajado bastante y el enfoque que le da Landa ya muy queda atrás, incluso aunque representara a gente que existiera de verdad.
Aquí los prejuicios del facha, su constante anacronismo sociológico, su completa incapacidad para entender los nuevos valores de la juventud y una visión de la vida retrógrada tenían que hacer gracia, pero solo se la hacían a los afines emocionalmente que era a los que sobre todo iba dirigida la serie. Los personajes más simpáticos eran los que estaban a su alrededor soportando su mal carácter: sobre todo una joven Lydia Bosch y Micky Molina.
En fin, una serie precursora, algo superficial, de humor también superficial y simplón comparado con las nuevas series que vendrían después desde Aída.
Una década y media después con el Antonio Recio de la serie La que se avecina sí se consiguió la plenitud y grandeza del personaje, por lo que esté personaje anacrónico quedó cada vez más viejuno, diluido y casi produce más antipatía que conmiseración o empatía.