Si te gustan las comedias con Meryl Streep, el humor de Goldie Hawn y ver a Bruce Willis prestándose a hacer cualquier papel (algo que suele suceder a menudo), lamento decirte que esta no es tu película.

Quizá, si por aquel entonces hubiera existido esta página, much@s se lo hubiesen pensado dos veces a la hora de acercarse al cine para ver esta película. Imagino a alguna acaramelada pareja entusiasmada ante el cartel de la nueva película protagonizada por (La Diosa) Meryl Streep; o a un reducido grupo de señoras de mediana edad acomodando sus orondos traseros en las butacas, mientras no hacen más que parlotear sobre lo bien que se conserva Goldie Hawn y lo mucho que vale para la comedia; o ese señor crítico de larga nariz dispuesto a fijarse bien hasta en el modo de respirar de Bruce Willis en lo que sería uno de los primeros cambios de registro del actor. Todos atentos ante la pantalla una vez el logo de la Universal hace su imponente presentación; atentos, expectantes... y engañados.

Porque sí, Robert Zemeckis es un tipo muy majo, al menos siempre me lo ha parecido, pero también ha sacado a relucir un lado perverso en cuanto ha podido (Regreso al futuro II o su producción The Frighteners, por poner solo dos ejemplos), así que, puede que a Zemeckis se le pusieran los ojos como a Goldie Hawn en un momento de la peli, cuando David Koepp le entregó el guión de lo que sería su continuidad en el cine tras la serie del DeLorean, un guión donde no se prodigan precisamente la cándidez y las buenas intenciones.

Y así, con una notable mala leche, Zemeckis se mete en el bolsillo a aquellos que se alegran de ver retorcido el cuello de la Streep, a aquellos a los que ese boquete en el estómago de la Hawn, les hace sentirse identificados por ser lo mismo que experimentan cuando ven alguna comedia de la actriz y, finalmente, a todos aquellos que, como Willis, se quedan encandilados ante lo tétrico y macabro (pero, elegante y teatral) del asunto.

Así pues, no apta para almas blancas.

¿Qué cuál es el problema?; pues, el mismo que el de sus dos protagonistas femeninas: el tiempo; o mejor dicho, sus saltos temporales. El guión contiene molestos brincos en el tiempo y alguno de ellos demasiado importante. Eso sí, no terminaré mi escrito sin mencionar que pese a ello, resulta divertida e incluso algo infravalorada en su momento.