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Mongolia Mongolia · Pandereta's Land
tantra rating:
3
Genpin
2010 Japan
Documentary
5.1
67
Documentary The title, Genpin, was overlaid on the words of the Chinese philosopher Lao Tzu, “The valley spirit never dies. It is named the mysterious woman (genpin).” In the film, the obstetrician Tadashi Yoshimura reflects on the relationship between childbirth and death, and observes, more as a human being than a doctor, that to deny death is to deny life. Life born into this world, life that ends at the moment of birth, life that ends before ... [+]
Language of the review:
  • es
October 1, 2010
8 of 13 users found this review helpful
No, en la peli no salen griegos, sólo parturientas que dan a luz a sus hijos de forma natural, y por ello dan gracias tropecientas mil veces a un viejo chocho que dice ser doctor (aunque su rostro indica que placenteramente jugarían al basket con la cabeza del doctor), el cual justifica la muerte en el parto con un "Dios así lo ha querido".

Se ve que un hombre con tamaña sabiduría da tranquilidad a las mujeres que entran a su clínica. El ínclito, que se hace llamar Doctor Yoshimura, advierte desde el primer momento a las mujeres que se les acabó el chollo: para tener un niño zumosol hay que cortar troncos, arar el campo, hacer flexiones y menos mal que no estamos en la campaña de la aceituna, porque sino para allá que las manda. Al parecer en la era Edo (allá por el S.XVII) llevaban este saludable modo de vida, y fíjate tú por dónde, no habían abortos espontáneos ni partos complicados.

La Kagaste, digo, la Kawase, fascinada por la figura de Yoshimura, le practica una felación de 92 minutos en la cual el testimonio de las mujeres queda en un segundo plano, lo que importa es recalcar con rotulador permanente las bonanzas de la clínica del Dr. Por si no fuera suficientemente reiterativa, la película tiene el Guiness de Ari-gatos en los 15 últimos minutos, con unos testimonios que son lo más patéticamente forzado que he escuchado en varios años de cine. Y por supuesto no podía faltar la puta cámara en mano, para dar más veracidad al relato. El daño que ha hecho el jodido Dogma 95 al cine...

Lo mejor de la película: La vista nocturna de San Sebastián y la gabilla que me metí entre pecho y espalda tras ver esta película excremental, digo, experimental.
Imprescindible para aquellas personas que compran leche enriquecida en calcio y omega 3.
tantra
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